martes, enero 16, 2007

Y el tiempo siguio su curso...

Durante las fechas cercanas al fin de año, una de mis tareas era responder e-mails de los posibles huéspedes de lengua castellana. Asi me correspondió contestar muchos correos de una infinidad de chilenos, también me tocó hablar con algunos otros, entre otras cosas. Entre con los que me toco hablar fue con un tal Jonathan Pavez, quién trajo a la primera "criança" de Alpha Hostel. Luego llego su compañera de trabajo, que trajo a su hermana gemela y sorpresa!, a Max, un alemán con el que hablé en la fiesta del 25 de Marzo en Renca, Aquel día en que conocí a la persona que me ayudo, en cierta forma, a encaminarme hacía mis sueños. Con esto últimos fuimos a Prainha, esta vez el guía era yo. Cuando llegamos, el primero en sambullirce fue David, seguido por mí. Después de no mucho el salio por las rocas y a mí, me vino a "rescatar" un salvavidas. Aparecio de la nada, me ofreció ayuda y cuando yo rechazé la oferta se enojo. Realmente no era necesario, si bien es cierto que la corriente era fuerte, aun me faltaba mucho para ser llevado a las rocas. Una vez fuera del mar gracias a mi "heroe", comenzo el regaño en un portuñol, intenté explicar lo sucedido, pero nada, realmente parecía ser una cabeza de músculo. Comenzamos a intentar persuadir a la gente para que nos fueramos a la siguinte playa en la cual, la vez anterior, ví un lugar seguro para bañarce. Las chicas lesbianas se quedarón mojandose las patitas frente a los salvavidas como mi "heroe" sugirió. El resto, se fué al la siguente playa, pasando antes por un restaurante, donde la comida mas barata, era la porción de arroz de compañia. Después de comer aquel banquete y otras cosas, nos fuimos al siguiente destino, encontrandonos con mi piscina natural sin agua. No hubo problemas, nos bañamos de todas maneras y fue bastante divertido, tranquilo y sin salvavidas que jugaran a ser heroes. Nos quedamos un buen rato ahi, jugamos un par de cosas, excepto boleibol, ya que el día anterior, a la segunda vez que toque la pelota recien comprada para el caso, la pinché. Nos regresamos y una buena tarde para recordar.
Poco tiempo llego otra chica chilena, no alcanzo a quedarce ni una noche, ya que su amiga, llego con el capricho de quedarce cerca de Ipanema y se la llevo al poco tiempo de llagar... Pero antes de que todo eso pasara, ella me acompaño a comprar mi ropa nueva, salio caro, compre solo dos cosas, pero las necesitabas, era eso o labar a mano ese día, asi que nos fuimos a Uruguaiana, visitamos la Catedral y un parque, donde habia muchos gatos, siendo como el equivalente de los perros en las calles de chile, entre otros animales no comunes, concluyendo el paseo con un "salgado e um caldo de cana" y mis ropas nuevas.

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