Esperando no haber olvidado nada intentaré retomarlo vivido en el camino de Salvador hasta el retorno en Amapa (estado colindante a la Guyana Francesa)
Primer día de trabajo... Pues casi conseguido ya, gracias al dato de mi amigo "LUI". Esperé la llegada de los jefes quienes, después del notable curriculum verbal (el cual, imagino tipico para quien quiere encontrar trabajo sin gozar de experiencia) confirmarían finalmente mi entrada. Una polera intentando asemejarce a las de mis, ahora, colegas y comenzé. Lo primero, aguardar a la espera de un cliente que estuviera en mi zona (la menos movimentada). Apesar de mi portugues basico y poco practicado, el cual me acarrio muchos problemas, encontré la simpatía de la gente curiosa a la que atendía. Muchas preguntas de mi nacionalidad, el motivo del viaje, y mi siguiente destino, también algunas recomendaciones. Todo aquello torno la primera y las siguentes noches agradables para trabajar.
Comenzaría un martes?... Ellos me decian que los días más concurridos serían los Viernes y los Sabados.
LLegado del trabajo, subi al apartamento de Silvia, quien al ser interrumpida me revelo con sus comentarios, lo bien identificados que tenia a las personas del edificio. Su secreto, un oido común que oye lo que se filtra por las paredes y aberturas. En aquella ocasión, un italiano y una adornada pero fingida brasilera dejando saber a todo el edificio que lo estaban pasando bien.
Algunos días en que no trabajé, Alain y Luis los dueños del Bar Ôbá, me reservarón para los días de mayor concurrencia.
Entre los hechos mas notables a recordar fue la dificultad para entender la orden de los clientes brasileros, debido a su pronunciación como "GUEYI LEIBOUL" (RED LABEL) y nombres como "TAÇA" (copa) de vino y otras como CARDAPIO (menú) y los nombres antes no aprendios del servicio (faca, colher, garfo), sin mencionar los nombres de los platos o las preguntas sobre la comida o peticiones especiales.
Una de las veces en que me fue de mediana utilidad mi condición bilingüe, fue el momento en que dos "gringos" pisaron aquel lugar, pareja joven, en la cual note la dificultad del portugues, preguntandole asi si preferian algun otro idioma... "Que tal el español", les dije (que conveniente, no?) ya que mi ingles no es bueno. De esa forma nos fuimos comunicando, solo que explicarles cada plato fue una tarea dificil, ya que ni yo sabía de que estaban hechos. Su pedido: "Arrumadinho carne de sol"...
Ganando en comienzo solo 15 reales por la tardía partida de la primera jornada, fue subiendo hasta llegar a 30 después de dar aviso de la mudanza con el amigo de "ORKUT" (cyber-vicio brasilero), Gracia concedida por mi repatriado amigo Sebastián.
Mario, un brasilero con acento argentino, debido a su residencia por unos años en nuestro pais vecino. Narrando la travesía en la entrevista previa antes de pisar su departamento, encontré simpatía en el, ya que de cierta forma el se visualizaba en la realización de mis sueños, "abandonando lo cotidiano de una urbe y escapando a una aventura en un fantastico lugar", el cual no pude visitar por mis dias contados dentro de la inmensa nación sudamericana. Chapada de Diamantina, tento mi salida de brasil a través de las palabras de Mario, quien menciono información sobre sustento y trabajo en aquel lugar. Pero sin duda con lo ganado, encontré una opción para no estar más ilegal de lo que ya estaba y según los calculos financieros, la partida de Brasil sería programada, partiendo asi de mi estancia segura y gratuita en la capital bahiana, ya que se vio amenazada por la codicia y lucro que genera el carnaval.
miércoles, junio 13, 2007
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